Archive for the ‘Houseley Stevenson’ Category

SIERRA. 1950

febrero 21, 2010

Un joven vive junto a su padre, en las altas montañas, alejado de la civilización.

Ese alejamiento es voluntario, no en vano la Ley le buscó al padre en su día por el asesinato de su esposa.
Él dice que es inocente y su hijo lo sabe, pero por si las moscas han hecho creer a la comunidad que el padre murió hace mucho tiempo.
Se dedican a la caza de caballos salvajes, con el sueño de construir un gran rancho con tierras para criarlos, pero les hace falta dinero y hombres.
Un buen día aparece por el lugar una bonita chica que ha perdido a su caballo.
Ante las reticencias del chico, le llevan con los ojos vendados a su cabaña, donde vive con ellos tres días durante los cuales el padre sufre un accidente cuando intenta domar uno de los caballos.
Esto hace que necesiten ir al pueblo en busca de un doctor, lo que les pondría en peligro.

Entretenido western menor, dirigido con oficio por ese estimable realizador que fue Alfred E. Green, autor de la inolvidable «Cuatro caras del oeste«.
En esta ocasión logra un producto ameno, que se sigue sin problemas y constituye un pasatiempo seguro.
No obstante hay hacia la mitad de la cinta algún momento que lastra el ritmo aunque no el interés por saber cómo finalizará la historia, una historia con misterio incluido, que no se resuelve hasta el final, un final quizás algo facilón y no demasiado satisfactorio.
Pero la peli está bien, sobre todo por su preciosa fotografía en technicolor, que resalta los bellos paisajes de Angel Canyon Road, en Kanab (Utah, USA).
Además, los caballos y yeguas que aparecen trotando son bellísimos, dando un aire de libertad encomiable.
Grata presencia de actores que más tarde serían estrellas, bien del cine, bien de la televisión, como un jovencísimo Tony Curtis (aquí todavía Anthony Curtis), el gran Burl Ives, que sale cantando con su bellísima voz y James Arness, que triunfaría años más tarde con su incombustible «Gunsmoke«.
Una cinta menor pero agradable, que se puede olvidar con cierta facilidad.

JUNTOS HASTA LA MUERTE (Colorado territory). 1949. Media: 7,35

agosto 16, 2009
En al año 1870, Wes Mc.Queen, uno de los últimos forajidos de los estados fronterizos, está encerrado en una cárcel de Missouri esperando su traslado a la prisión federal.
El jefe de su antigua banda le ayuda a huir.
En su viaje hacia la libertad va a parar a un pueblo indio-mexicano abandonado, una antIgua misión española. Allí estarán esperándole dos ladrones de trenes y la chica de uno de ellos, Colorado, una mujer baqueteada por la vida, igual que McQueen.

Excelente western, recio y en ocasiones violento, dotado de un maravilloso y triste clímax fatídico, donde el destino inexorable se convierte en uno de los principales personajes del filme.
Magníficamente dirigida por Raoul Walsh, se trata de una rareza en cuanto a argumento, y por varios motivos.
Hay que decir antes de nada que la narración es clara, comprendiéndose todo fácilmente. Sin embargo existen diversos elementos que le apartan del típico y tópico western donde todo es más o menos previsible. Aquí no, aquí los derroteros de los personajes son inconstantes, dúctiles, cambiantes.
Cinta estimulante dado que al espectador no se le da todo mascado, se trata de una película muy entretenida, con un ritmo sencillamente perfecto y con unas interpretaciones brillantes, desde la pareja protagonista hasta los más modestos actores/actrices de reparto.

El guión es soberbio, dado que explota lo más característico del stándard western, con un halo poético que se mete en nuestros corazones para no olvidarlo jamás. Tal es su fuerza dramática y su conmovedora historia de amor entre dos seres carentes de amor durante toda sus vidas, y que una vez se encuentran se dan cuenta de que están hechos el uno para con la otra.
Otro elementos importante es el paisaje, de gran dureza, donde el tremendo calor y el polvo hacía la filmación casi insoportable. El lugar elegido, en segunda opción por el productor de la cinta, el inefable Jack Warner, fue Gallup, Nuevo Méjico.
Todo ello hace de «Juntos hasta la muerte» un auténtico clásico, que junto a «Duelo al sol», llevan al amor hasta el último extremo.
Una película preciosa, aunque algo dolorosa al mismo tiempo.

LA DAMA QUE CONQUISTÓ EL OESTE (Gal Who Took the West, the). 1949. Valoración: 6

julio 11, 2009
En California existe un valle próspero donde los O’Hara son los dueños desde hace mucho tiempo.
En estos momentos dos primos (de parenteco, me refiero) se disputan la totalidad de la tierra. Ambos siempre están peleados y si no fuera por su abuelo se matarían sin dudarlo.
Así están las cosas cuando llega a la ciudad una cantante de ópera contratada por el abuelo, que no es precisamente como todos creían. Me refiero que estaban esperando una mujer gorda y grande. Pero no, se trata de una muchacha muy bonita y valiente.
Sin embargo, sus intenciones no están claras. Pero eso sí, ella tiene la solución al conflicto.

Entretenido western menor, rodada de forma rutinaria pero esforzada por Frederick de Cordova (sí, con v), que casi casi es una comedia. Es un western, claro, tiene todos sus elementos, pero la historia está narrada no desde la violencia áspera sino desde el punto de vista romántico de una mujer que se encuentra en medio de dos rudos hombres dispuestos a matarse por ella.
La cinta es liviana y no tiene nada realmente destacable aunque el aspecto técnico es competente habiendo muy buen gusto para el vestuario, peluquería y decoración de interiores.
Pero todo es mediocre como puro entretenimiento me refiero, siendo olvidable al cien por cien, por mucho que el guión, ¡oh, sorpresa! estuviera nonimado al mejor guión estadounidense del año.
Pero todo lo que sucede está narrado de forma más o menos simpática, pero sin mayor calado ni interés.
Tan sólo está bien, por la puesta en escena, la pelea final a puñetazos entre los dos primos. Está muy bien coreografiada e induce a la sonrisa. También está conseguido lo que sucede en el teatro donde la protagonista finalmente actuará.
Por lo demás, y aparte de la agreste belleza de las tierras de Calabasa, California, donde se rodaron los exteriores, sólo destacaría el buen trabajo, norma de la casa, de Yvonne de Carlo, una gran actriz que hizo muchas medianías como ésta.