Archive for the ‘William Holden’ Category

DOS HOMBRES CONTRA EL OESTE (Wild Rovers). 1971. Valoración: 7,33

diciembre 24, 2009
Después de que un amigo muera accidentalmente en el trabajo, por el que cobraban un sueldo miserable, dos excelentes vaqueros, uno joven y otro maduro, deciden atracar un banco.
Ya fugitivos, y furiosamente perseguidos por una cuadrilla de cazarrecompensas formada por los hijos de su antiguo jefe, se darán cuenta de que escogieron el camino equivocado.


Excelente western crepuscular, impecable desde todo punto de vista. En primer lugar se podría destacar su técnica, siendo inmejorable desde el punto de vista «industrial». Magistral banda sonora de nada menos Jerry Goldsmith, soberbia fotografía de Philip H. Lathrop y una magnífica dirección de Blake Edwards, que con este y algún que otro film demostró que no sólo dominaba como nadie la comedia, sino que podía con todo. Simplemente necesitaba un buen guión, algo casi imprescindible, y en esta ocasión lo tuvo gracias a…él mismo, pue suyo es. Se puede calificar por tanto de trabajo personal.
Logra un ejemplar trabajo, beneficiado por el paso del tiempo, no en vano sus innegables virtudes se potencian con los tiempos que corren.

El argumento es muy interesante, reflejando perfectamente el cambio de una parte de la historia de Norteamérica. Lo que eso afecta a las nuevas y viejas generaciones y a sus actos.
Se habla también del sentido de la justicia, de la amistad, del respeto, de un tiempo que se acaba, con los personajes desencantados pero tratando de no sólo sobrevivir, sino de encontrar un lugar en el incierto futuro que se avecina.
Se habla también de las diferencias de concepto en cuanto a aspectos universales, entre la vieja escuela y la nueva, entre lo clásico y un tanto trasnochado pero lleno de virtudes, y las ganas de cambiar el mundo pero con inexperiencia vital de la juventud.
Todo ello expuesto dramáticamente de forma soberbia por los dos protagonistas masculinos, principalmente por el gran William Holden, aquí una vez magnífico. Al igual que Karl Malden, otro grande.
Una película muy estimable, que requiere para ser degustada como el manjar que es, de tranquilidad y sosiego, no en vano su ritmo, sin ser lento, sí que es tranquilo, habiendo la violencia que tiene que haber según las circunstancias, ni más ni menos.
Merece mucho la pena e invita a la discusión y reflexión.

TRES TEJANOS (Streets of Laredo). 1949. Valoración: 6,55

septiembre 4, 2009
Jim, Lorn y Wahoo se dedican a asaltar diligencias.
Huyendo de sus perseguidores se separan. Jim y Wahoo no consiguen dar con su amigo.
En un intento por protegerle se alistan en los rangers.
Vuelven a encontrarse, pero ya no son los mismos.

Entretenido western un tanto menor en cuanto a presupuesto y ambición, que no obstante se diferencia un tanto del resto, por lo que conviene tenerla en cuenta.
Leslie Fenton, el realizador, gusta de adornar a sus historias de contextos sociales-políticos-económicos (recuérdese la buena «Smith el silencioso)», elementos que no suelen aparecer en otras del mismo género.

La historia quizás no daba para un largometraje, sobrando algunos diálogos de más, un tanto reiterativos, pero la relación entre los amigos tiene fuerza, resultando la primera parte y el final, briosos y bien rodados. El resto, un poco por debajo, con algunos minutajes con un poquito de paja, de relleno, que no desmerece mucho el resultado final, pero sí que hace que el interés se resienta dado que el ritmo baja y la intensidad dramática disminuye.
Bonitos paisajes, con la inmensidad de Gallup, Nuevo Méjico, que le dota de un aire de continuo peligro, y otros más bellos al ojo humano, que se rodaron en preciosos ranchos privados de California.
Los intérpretes, por su parte, contribuyen con su buen hacer a degustar más fácilmente esta cinta que no se encuentra entre las mejores del género precisamente, pero que resulta agradable y no deja, ni mucho menos, mal sabor de boca.

VUELVE A AMANECER (Rachel and the stranger). 1948. Valoración: 7,60

junio 23, 2009
Un granjero ha comprado una mujer, Rachel, para que le haga las tareas de la casa y sea una madre para su hijo pequeño, ya que su esposa falleció meses atrás.
Para el granjero la relación con su nueva esposa no pasa de ser un mero contrato comercial y apenas le presta atención.
Sin embargo hace su aparición un enigmático forastero, un hombre apuesto que se siente atraído por Rachel.
Esto hace que el granjero empiece a interesarse por su esposa.

Muy bonita película, que más que un western se trata de un precioso melodrama. Pero como quiera que se desarrolla en la época del far west y sus personajes están insertados en su universo y paisajismo, pues lo incluyo en este humilde blog.
Se trata de un excelente film con pocos diálogos y muchas miradas y silencios significativos.
Es humana, sencilla, entrañable.
Los personajes son hombres y mujeres sencillos, trabajadores, amantes de la tierra y sus provisiones.

Gusta mucho este buen trabajo de Norman Foster, un director con altibajos, pero siempre interesante, y cuenta con unos intérpretes en estado de gracia. Nada menos que el dúo masculino William Holden y Robert Mitchum, este inconmensurable y lleno de vida. No como el personaje de Holden, un poco atontado en gran parte del metraje, no en vano no le presta atención a la siempre bellísima Loretta Young. Menos mal que ahí aparece Mitchum para ponerle celoso y hacerle ver lo que tiene y no aprecia.
Maravillosa fotografía y perfecta mezcla de acción (poca), drama, humor y amor.
Una cinta que deja un imborrable recuerdo.

LOS VENGADORES (The Revengers). 1972. Valoración: 6

junio 8, 2009
John Benedict, un pacífico ranchero, se encuentra con que su familia ha sido masacrada por comanches a las órdenes de un blanco renegado.
Ansioso de venganza, John saca de la cárcel mexicana a seis hombres para que le ayuden a dar con el culpable y matarlo.

Irregular western, algo extraño en su realización y con una ambigüedad moral que puede resultar contradictoria en un primer vistazo.
He de comenzar diciendo que la primera vez que la ví, en el cine, a toda pantalla, y en compañía de mis aitas (padres), me gustó bastante. Sin embargo, la crítica especializada siempre la ha tachado de floja y aburrida.
Vayamos por pates.
De mi visión de esta cinta, años después, por televisión, coincido con los críticos. Me pareció que no tenía mucho sentido la peli, siendo los personajes estereotipados y la acción muy desigual.
Lo cierto es que me dí cuenta de los fallos y de que, en realidad, vista en su conjunto no deja de ser mediocre, aunque resultona.
Sin embargo la primera vez me convenció en líneas generales, pues como digo en el cine cualquier película te gusta mucho más al verla en toda pantalla, con esos grandes paisajes y colores bonitos, acompañados de una resultona música.

Sin embargo es cierto que la primera media hora o así me pareció en su espíritu y estética más propiamente un spaguetti western. Pero poco a poco, minuto a minuto, se fue haciendo más digerible, más disfrutable, hasta llegar a ser o parecerme verdaderamente bonita e interesante. Además, el final lo considero positivo desde el punto de vista puramente ético.
De todas formas, sí que parece y así es, que pretende emular a la obra maestra de Peckinpah «Grupo Salvaje«, contando incluso con sus dos protagonistas (unos discretos aunque eficaces William Holden y Ernest Borgnine), pero esta de ahora «Los vengadores» se queda finalmente como un pálido reflejo de aquella. Y es que el director, Daniel Mann no se puede comparar a Peckinpah, siendo más discreto y menos valiente para mostrar la violencia, rabia y honor de sus personajes.
En definitiva, que la considero amena y no molesta su visión, pero se queda a medio camino de lo ambicionado, si es que tenía alguna ambición. Y es que, finalmente es un film poco perdurable en la memoria, aunque haga pasar el rato.

EL HOMBRE DEL COLORADO (Man from Colorado, the). 1948. Valoración: 7

May 16, 2009
En 1865, un sádico coronel del ejército de la Unión, Owen Devereaux , regresa a su hogar, en Colorado, donde es recibido como un héroe, junto a su colega y amigo el capitán Del Stewart.
El coronel Deveraux ha dejado tras de sí muertes y violencia innecesaria, y Stewart teme que el conflicto lo haya trastornado.
Por entonces, Caroline Emmet, la mujer de la que ambos están enamorados, accede a casarse con Deveraux…

Muy entretenido western, muy ágil, lleno de felices situaciones rodadas con buen ritmo y sentido dramático por Henry Levin y Charles Vidor, este muchas veces sin aparecer en los títulos de crédito, aunque colaboró en varias escenas. Tiene muchos encantos, todos ellos comunes al buen cine que se hacía a finales de los cuarenta, con un empleo entrañable del technicolor y/o incluso de otros menos vistosos como el trucolor, cinecolor… que le daban al film, sobre todo si se veía por televisión, muchos años después de su estreno, un halo romático, ingenuo y colorista.
Pero lo más curioso es ver al casi siempre cercano y cálido Glenn Ford, en un papel de malo, cosa no muy normal. Un malo malísimo, que da verdadero miedo, pero que no puede impedir que el espectador siente por él un poco de pena, dado que al fin y al cabo no es más que un enfermo mental, producto de una terrible y fraternal guerra civil, donde tuvo que dirigir verdaderas matanzas en aras de la búsqueda de la ansiada victoria. Ford lo hace de maravilla y su composición es de la que se recuerdan para siempre.

Le acompañan un seguro William Holden, en todo momento entre la amistad y lealtad con su amigo y su sentido del deber, una excelente Ellen Drew, que sufre de lo suyo con su enajenado marido, y soberbios característicos del buen westen como Edgar Buchanan, Stanley Andrews y/o Denver Pyle.
Los críticos suelen decir que la dirección de Levin es rutinaria. No sé si es cierto, lo que sí sé es que me lo pasé muy bien viéndola, me dejó una huella indeleble y considero esta película como un buen film, con escenas realmente violentas y más para la época en la que fue rodada y con un malsano clímax de muerte y corrpución, donde las buenas gentes se las ven canutas para imponer el orden en medio del caos y la locura.

TEXAS. 1941

agosto 18, 2008

1866. Recién finalizada la guerra civil, dos antiguos combatientes vagan por Texas en busca de dinero, comida o trabajo.

Lo que encuentran es un problema tras otro.
Primero se convierten en profesionales del boxeo, luego presencian el asalto a una diligencia, consiguen arrebatar el dinero a los ladrones y horas después están frente a un grupo de hombres que quieren ahorcarlos
Se hacen con el motín de una diligencia y deciden no volverse a reencontrar nunca más.
Pero el destino les une, enfrentándoles no solo ante el amor sino ante la ley.

Aceptable western, que no es tan bueno como «El hombre del colorado«, estupenda peli del oeste que Glenn Ford y William Holden, también presentes en esta ocasión como dúo protagonista, interpretaran años después a la órdenes de Charles Vidor.
Aquí practicamente se intercambian los papeles ambos, pasando a ser Ford el bueno y Holden el malo; no tan malo como Ford en la de Vidor, donde era un auténtico psicópata pero sí siempre al margen de la Ley.
«Texas» es algo triste en cuanto a su intensidad, algo apagada en líneas generales, como por las situaciones narradas, menos afortunadas. O al menos así lo recuerdo yo (la vi de chaval por la tele).
Con todo, me hizo pasar el tiempo pero ya me di cuenta en aquél entonces que no era precisamente una joya, más bien una peli olvidable. Pero, repito, lo digo con reservas.

Lo que yo recuerdo bien es que no me dejó honda huella y me pareció realizada de forma convencional y conformándose con resultar entretenida, sin más. Lo consigue como casi siempre George Sherman, su director, pero es que era muy buen artesano y no mucho más, aunque hizo tantísimos westerns y series de televisión «Daniel Boone…», que no era para él nada difícil resultar ameno.
Le ayuda en esta ocasión, ya que no el guión, normalito y las situaciones, previsibles y algo trilladas, un gran elenco interpretativo, donde además de los dos protagonistas tenemos nada menos que a gente tan excelente como Claire Trevor, George Bancroff, Edgar Buchanan, Don Beddoe… Y así, claro, cualquiera.
Pero no es un buen western, tan solo competente y resultón, que se olvida de la misma.

Leer critica Texas en Muchocine.net

TUCKSON, ARIZONA (Arizona). 1940

junio 15, 2008
En los tiempos de la colonización de los grandes estados, en Arizona se han establecido unos colonos dispuestos a vivir en esas duras tierras. Tienen problemas con los indios, y no gozan de la ayuda de las tropas federales.
Phoebe transforma ella sola un triste almacén en lo que ahora se conoce como Tucson, en Arizona, el orgullo del Oeste americano.
Allí construye su rancho, que pronto será el más grande del territorio.
Recién llegado de la ciudad, Peter Muncie comienza a trabajar en la propiedad de Phoebe entablándose entre ellos una relación que culmina con planes de boda.
Pero el éxito del negocio de Phoebe no tarda en generar envidias y se cruza en su camino Jefferson Carteret , un vecino que planea estafar a Phoebe y asesinar a Peter el día de su boda.

Con el título de»Arizona«, así, traducida, la vi hace ya muchos años por televisión española. Y como quiera que hay otra cinta titulada así, Arizona, pero esta vez con James Stewart y Marlene Dietricht, de la que hablo en este mismo blog, las diferenciaba diciendo «la buena y la mala». La buena la de Stewart y la mala esta que nos ocupa.
Supongo que por la duplicidad de ambos títulos, tiempo después, y sobre todo, digo yo, en aras a la venta en vídeo, etc, ha pasado a ser, retitulada, «Tuckson, Arizona«. No me parece mal, aunque personalmente me extraña un tanto.
Pero ciñendonos a este western, lo considero francamente menor, un film en verdad mediocre, y con sabor a rancio (y eso que la vi hace un porrón de años).
En áquél tiempo (es posible que viéndola ahora no pensaría lo mismo), me pareció que las situaciones eran lentas, y el guión pobre. No las ideas expuestas, todas ellas interesantes de por sí, sino el modo de exponerlas por Wesley Ruggles, del que solo he visto, aparte de esta, «Te encontré en ninguna parte», del año 42, y con Clark Gable y Lana Turner, también por debajo de lo que podría haber llegado a ser.

Ruggles, a mi modo de ver, logra un producto largo y que se hace un tanto pesadito, a pesar de contar con un buen elenco interpretativo (William Holden, Edgar Buchanan, Porter Hall…), donde sobresale por derecho propio, ese gran actriz, algo olvidada hoy en día, que fue Jean Arthur, inolvidable para los amantes del western como esposa de Van Heflin en la imperecedera «Raíces profundas (Shane)«.
Un western en suma, menor, que tenía que haber sido bastante mejor pero se queda en una medianía, creo yo que por la rutinaria dirección de Wesley Ruggles, al que esta empresa parece le vino grande.
A parte de estas consideraciones, que sí recuerdo con claridad, otros detalles los he ido olvidando con el tiempo, cosa común cuando se habla de un film visto hace una eternidad).

Leer critica Tuckson, Arizona (Arizona) en Muchocine.net